lunes, 19 de mayo de 2008

Castillo de Sibirana (Uncastillo)



La entrada de hoy va a estar dedicada al castillo de Sibirana, en el término municipal de Uncastillo, en nuestra comarca de las Cinco Villas. Aunque en término de Uncastillo, se encuentra en la cabecera el río Arba, en uno de sus valles laterales, el barranco de Sibirana, en plena sierra de Santo Domingo. Es de propiedad particular, como la finca en la que se asienta, y está protegido con la categoría de Bien de Interés Cultural.

Mientras escribo esta entrada, estoy viendo una fotografía de los años veinte del siglo pasado, en la que aparece mi bisabuelo, que falleció poco después, apoyado sobre su escopeta, vestido a la usanza aragonesa, como buen pezero que era, mientras al fondo de la imagen las dos torres de Sibirana se alzan desafiantes hacia el cielo. Huelga pues explicar porqué me interesa tanto Sibirana.

Empezaremos por explicar que hasta su nombre es borroso, ya que se le conoce como castillo de Sibirana, castillo de Sibrana, Sibirana o Sibrana. Agustín Ubieto, en su obra Toponimia aragonesa medieval recoge también la forma Siurana, aunque lo sitúa erróneamente en término de Luesia.

Para llegar al lugar, debemos partir de la carretera que enlaza Uncastillo con Luesia, hasta cruzar a la orilla oriental del Arba, ya casi en Luesia. Una vez allí, tomaremos la pista asfaltada que serpentea junto al Arba, por un precioso valle, camino del Pozo de Pigalo, y que sigue (aunque sin asfaltar) hacia los restos del antiguo monasterio visigótico del corral de Calvo, la ermita de Santo Domingo, Longás y Lobera de Onsella. Poco antes de llegar al Pozo de Pigalo, la pista cruza a la orilla occidental del río y, muy poco más allá una pista, sin asfaltar, se adentra hacia el oeste. Tomaremos pues esa pista, dejando el alto de Bañón a nuestra izquierda y Fayanás a la derecha.

En pocos minutos, aparecerán, siempre vigilantes, las dos torres de Sibirana, bloqueando el camino, que sigue hacia la bal d'Onsella. A los pies de las torres, unas casas arruinadas, una antigua pardina a su vez edificada sobre el despoblado medieval que allí hubo. Al norte del castillo, en otro altozano, la preciosa ermita románica de Santa Quiteria, con su sencillo crismón y sus sobrios capiteles con sencillos motivos vegetales, con su tejado desmoronándose.

La historia nos cuenta que el castillo de Sibirana fue un día escenario de constantes luchas entre la familia muladí de los Banu Qasi y los navarros por su posesión, ya que abría a su dueño una de las vías de acceso a la bal d'Onsella, y que hacia el año 920 quedó definitivamente en manos del monarca pamplonés Sancho Garcés I, sirviendo dede entonces como bastión ofensivo hasta que la frontera se desplazó hacia el sur, a Uncastillo.

Sobre el resto de su historia poco más conocemos, salvo su vinculación a la reina Felicia de Roucy y a la omnipresente familia de los Luna. Para más detalles, que los hay, esperaremos a una futura entrada en la Biquipedia.

Por lo que respecta a las imágenes, ya que en la portada del blog aparece una vista de lado norte de las torres, he elegido un del lado sur. Otro día hablaremos de la ermita, del siglo XII, y tal vez volvamos otras veces a Sibirana...

Mientras tanto, en Románico aragonés tenemos un esquema del castillo de Sibirana y de la ermita de Santa Quiteria y su triste estado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola soy descendiente de Casa Riglos y Señor de Sibrana, este escudo está en una casa de Uncastillo junto a una panadería, esta casa era de mi abuelo.
Gracias por tu información, nunca he estado en Sibirana.