domingo, 29 de junio de 2008

Escapada de una semana



Estos días he estado por Aragón, aprovechando que había una Junta Directiva de la Asociación de Genealogía e Historia de Aragón, de la que soy vicepresidente. Como es de las pocas ocasiones en que se ha celebrado en fin de semana, esta vez sí pude asistir...

La reunión, como siempre, interesante, aunque sólo haya sido por charlar un buen rato con amigos que comparten las mismas aficiones y por despedir a nuestro secretario, a quien sus deberes laborales van a obligar a residir en el extranjero durante un tiempo. Gonzalo, sé que leerás esta entrada, así que aprovecho para desearte mucha suerte, espero que al menos puedas hacer alguna fotografía de tu lugar de destino...

El viaje, sumamente caluroso, esta vez, especialmente la visita a Zaragoza, convertida ese fin de semana en un auténtico horno. Por el contrario, en casa, en Malpica, una temperatura muy suave, con noches frescas que uno echa mucho de menos de regreso a los calores urbanos... Y en alguna de las excursiones casi frío, como el sábado pasado por la noche en el valle del Roncal. Todo ello sin olvidar alguna tormenta, como la que convirtió durante unos minutos las calles de Malpica en auténticos ríos, suerte que para inundar Malpica hace falta el diluvio universal, que si no... Pero yo quedé empapado.

Como siempre, las circunstancias han hecho que haya podido hacer menos visitas a los archivos que las previstas, aunque he intentado exprimirlas al máximo, habiendo logrado muchos datos de interés para mis investigaciones genealógicas.

Y, cómo no, una enorme serie de fotografías para seguir ampliando mi ya muy nutrida colección. Fotos de Navarra y de Aragón, en esta ocasión. De Navarra, he visitado el monasterio de Leire, la villa romana de Liédena al final de la Foz de Lumbier y Olite y sus iglesias y palacio, con algunas fotos menores de otros lugares. De Aragón, me he dedicado a Jaca, a la Solana (parte, sólo Asieso, Guasillo o Guasiello en aragonés, Banaguás y Abay), a Lobera de Onsella, a Longás y a todo un conjunto de lugares con unas pocas imágenes.

Una parte de las fotgrafías tomadas serán subidas a Commons para ilustrar artículos en la Biquipedia aragonesa, y parte serán utilizadas en las entradas de este blog.

Pero para ir abriendo boca, os presentaré una imagen del pueblecito de Yesa, en Navarra aunque en la misma linde de Aragón, con la Sierra de Leire al fondo, de cuyas cumbres desbordan nubes bajas como niebla. Espero que la disfruteis, para mí fue una gozada, ya que además es una vista que he contemplado en varias ocasiones, aunque siempre sin cámara.

No quiero terminar sin agradecer la visita de tantos amigos, muchos más de los que uno esperaba. Algunos, viejos conocidos de otros proyectos, otros nuevos amigos que uno ha hecho en esta andadura. Va por todos vosotros, de Polonia a México y de Irlanda a Chile o Argentina, pasando por 31 países diferentes... Gracias, de todo corazón, por las más de 3.000 visitas acumuladas en poco más de un mes...

jueves, 19 de junio de 2008

Botaya




La entrada de hoy va a estar dedicada a otro de los muchos pequeños pueblecitos aragoneses que hoy languidecen plácidamente, pero que en épocas pasadas estuvieron en pleno centro de la Historia. Concretamente, vamos a hablar de Botaya, del que mientras estuve en la Wikipedia en castellano hice el boceto preparatorio que allí queda, a partir de las notas del trabajo de Manuel Benito Moliner sobre la etimología de las localidades altoaragonesas. En la Biquipedia aragonesa queda crear el topónimo y ampliarlo muy sustancialmente respecto de lo que hay en la Wikipedia en castellano. Botaya pertenece hoy al término municipal de Jaca, y comarca de la Jacetania.

Botaya era uno de los lugares que, al ver su nombre en el mapa, y siendo somero conocedor de sus circunstancias históricas, me hacían tener ganas de visitarlo, lo que finalmente pude hacer hace un par de años, por primera vez. En esta ocasión, además, estaba espoleado por el hecho de haber descubierto que una de mis antepasadas era natural de allí.

Aunque hoy es un lugar de difícil acceso, no siempre fue así, ni muchísimo menos. Hoy, para llegar a Botaya desde Jaca se debe seguir la ruta que siguieron los de la sublevación de Jaca en 1930, bordeando Peña Oroel y la sierra de San Juan de la Peña, para tomar después una estrecha carretera que sigue luego hasta el monasterio de San Juan de la Peña. Un desvío hacia el sur, tremendamete empinado, nos llevará hasta Botaya, siendo éste el único camino accesible por carretera. Existe una pista que nos lleva hasta Osia pero se encontraba en tan pésimo estado que me resultó imposible seguirla en un todoterreno.

Sin embargo.... al lado mismo de Botaya discurría en tiempos el equivalente de nuestras más modernas autopistas transeuropeas: la vía romana que, desde Zaragoza se dirigía al actual Bearn, a través de Ayerbe, el valle del río Gállego, el Valle de Hecho y el Puerto de Palo. Fue por esa vía por donde en la Alta Edad Media penetraron las más modernas influencias de la época, redifundidas desde los importantes asentamientos monásticos de las cercanías: San Juan de la Peña, San Pedro de Siresa y Santa Cruz de la Serós.

Desde allí, llegó un nuevo arte procedente de las tierras del norte, que encontró una tierra fecunda en la que arraigar y desarrollarse: el románico, uno de los elementos que hoy en día definen nuestras tierras. Por esta vía llegó el maestro de Agüero , al que hemos dedicado ya dos entradas en el blog y aún dedicaremos más.

Cuando visité Botaya, me encontrá con un lugar pequeño, de construcciones algo diseminadas, pero que estaba construido básicamente a lo largo de un eje, formado por la antigua calzada que atravesaba el lugar. Iba desgraciadamente con muy poco tiempo, por lo que no pude entretenerme, como suelo hacer, en charlar con los vecinos del pueblo, lo que intentaré subsanar en próximos viajes. Me dio tiempo tan sólo a hacer un breve recorrido por esas calles por las que caminaron mis antepasados, y para visitar la iglesia de San Esteban, sencilla pero sumamente interesante. Como suele ser frecuente, la primitiva iglesia románica fue posteriormente profundamente transformada, aunque se mantuvo el antiguo tímpano de la portada, desplazándolo de su lugar de origen y colocándolo en la pared sur, suspendido a una altura imposible. No os lo voy a describir, prefiero que lo veais con vuestros propios ojos, ya que es la imagen que acompaña esta entrada.

Existe, algo apartada del casco urbano, una pequeña ermita, anexa al cementerio de Botaya, la de San Miguel, que lamentablmente no pude visitar.

Os dejo igualmente la web de José Romero Fernández, que contiene una cuidada selección de fotografías, incluyendo de la ermita de San Miguel.

Sólo me queda recomendaros una visita, Botaya la merece. Pasear por sus tranquilas calles es uno de los caprichos que uno puede concederse de vez en cuando...

Sobre las imágenes, ambas son mías. La primera corresponde al tímpano de la iglesia de San Esteban, mientras que la segunda es de una de las casas del pueblo, una antigua casa infanzona con piedra armera en la portada, de una familia y apellido que por ahora se me escapan, aunque si no me equivoco en el lugar es hoy conocida como Casa Francha. Otra cosilla más a investigar...

domingo, 15 de junio de 2008

Uncastillo, artículo destacado en la Biquipedia aragonesa



La entrada de hoy va a estar una vez más dedicada a Uncastillo. El motivo, en este caso, es que los compañeros de la Biquipedia aragonesa han considerado que el artículo dedicado a Uncastillo que he redactado es un artículo destacado, por lo que aparecerá en la Portalada de la Biquipedia durante los meses de junio y julio.

Ciertamente, me hace mucha ilusión. En el año y medio que colaboré en la Wikipedia en castellano no llegué a presentar artículos como destacados, aunque sí contaba con once artículos buenos, categoría que no existe en la Biquipedia aragonesa. En los tres meses que llevo colaborando activamente en la Biquipedia, cuanto ya con un destacado.

Sin embargo, no considero, ni mucho menos, que el artículo en su estado actual deba darse por terminado: la sección de Historia debe ampliarse, tanto para mejorar la calidad de sus contenidos como para añadir lo que abarca desde 1500 hasta la actualidad, que hay mucho que contar. Otras secciones deben añadirse o mejorarse, para lo que dispongo de un buen acopio de bibliografía, incluyendo el magnífico trabajo Una villa aragonesa en el siglo XVII. La Organización Municipal de Uncastillo, de José Antonio Begueria y María Elena Fabón, editado por la Fundación Uncastillo Centro del Románico, que fue merecidamente premio Pedro del Frago, trabajo que incluye datos de otras localidades y en el que, a título anecdótico, se cita a varios antepasados míos.

Respecto del apartado de los monumentos de Uncastillo, habrá que mejorar alguna descripción, pero sobre todo lo que habrá es que crear artículos sobre las iglesias, castillos y ermitas. Y, especialmente, de los Bañales, para lo que cuento con las memorias de las excavaciones llevadas a cabo en los años cuarenta y cincuenta del pasado.

Y, por supuesto, seguir aportando fotografías, de las que tengo una gran reserva...

Todo ello sin olvidar los muchos artículos que hay por crear, ampliar y mejorar, de nuestra comarca, de Aragón y de otros lugares y del románico. Tengo pendiente la promesa que hice de mejorar el dedicado a Lobera de Onsella, así como el del monasterio de Leire. Y desvelaré que ando trabajando en algunos monumentos del románico catalán, navarro y aragonés.

Cualquiera de los lectores de esta entrada queda invitado a aportar lo que pueda a la mejora de éste y de los demás artículos de la Biquipedia. Hay mucho que hacer y cualquier ayuda será bienvenida.

La imagen es una vista de la portada principal, la menos espectacular, de la iglesia de Santa María de Uncastillo, tomada desde la iglesia de San Juan. Nos permite apreciar la magnífica torre gótica del templo, así como la cubierta de su nave única, en uno de esos atardeceres que tanto contribuyen a dotar de luminosidad a las antiguas piedras de la localidad.

martes, 10 de junio de 2008

Juan José Viamonte González, prócer argentino y nieto de aragoneses

Esta entrada va a tratar de Juan José Viamonte González, uno de los próceres de la independencia Argentina, nieto de aragoneses y posiblemente relacionado con Uncastillo y las Cinco Villas.

Por mera casualidad, en una de las listas de correo de Genealogía a las que estoy suscrito, en este caso el muy activo grupo de GenFrancesa, dedicado a la Genealogía francesa en castellano, se hablaba de una calle en Buenos Aires, concretamente la calle Viamonte. Para cualquiera relacionado con las Cinco Villas y más con Uncastillo, el apellido Viamonte necesariamente debe sonarle, así que la verdad es que me ha picado la curiosidad, y he preguntado en la lista a quién estaba dedicada la calle, sospechando que el origen familiar de esa persona no estaría muy lejos de nuestra tierra...

En menos de 10 minutos de plantear la pregunta, dos compañeros de la lista, Juan Carlos Alessandretti y Leticia Bargo, me han indicado que el nombre de la calle se refería al general argentino Juan José Viamonte, un esbozo de cuya biografía puede verse en la Wikipedia en castellano, en el enlace que dejo más arriba.

Juan José Viamonte nació en Buenos Aires el 9 de febrero de 1774, siendo hijo de militar. A partir de esos datos, una búqueda somera en Google me lleva a ver que parte de su árbol genealógico está accesible en Internet, en una web genealógica, donde se indica que era hijo del teniente Jaime Viamonte Mulardos, nacido en Mataró en 1739. Y, tal como suponía, que su abuelo era aragonés, nacido en Borja en fecha desconocida. Por cierto, siguen quedando en Borja portadores del apellido, como ésta, ésta o éste. Posiblemente desconozcan su parentesco con el prócer argentino...

En cualquier caso, uno sospecha que estas ramas proceden en última instancia de Uncastillo, donde aparecen multitud de portadores del apellido. Por lo demás, uno sigue sospechando que puede haber una relación con los Beamonte de Biel, El Frago y Orés. Que mira por dónde son una familia infanzona de la que soy descendiente... Nada, un enigma histórico más a desvelar, habrá que ir un día por donde se custodien los libros parroquiales de Borja para averiguarlo...

lunes, 9 de junio de 2008

Mitos genealógicos: Apellidos y escudos de armas

Hoy vamos a hablar de una de las tonterías que corren por Internet, y de las que unos cuantos aprovechados sacan tajada explotando la falta de conocimientos de los incautos que piquen. Es uno de los mitos genealógicos.

Sí, vamos a hablar de los famosos escudos de armas, esos que la mayoría del gran público cuando se le dice que uno es genealogista te preguntan siempre por el escudo de armas de su apellido.

Para empezar, lo primero que debe tenerse en cuenta es el origen de los escudos. En su momento, en una época en la que no había uniformes y en medio de una batalla uno no podía saber si el que blandía una espada frente a él era un amigo o un enemigo, los escudos aparecieron como una forma de identificar a los miembros de la mesnada o casa de un noble, de forma que al ver el dibujo (las armas heráldicas) pudiera uno evitarse liarse a trompazos con un aliado, en lugar de aprovechar el tiempo para zurrar la badana a un enemigo. De este modo, lo más fácil es que el escudo de armas reflejase el nombre o el apellido del señor, lo que hoy se conoce como armas parlantes, ya que nos dicen el apellido de su titular. Así, por ejemplo, un López podía decidir tomar un emblema heráldico en el que estuviese representado un lobo. Para quien no caiga en la cuenta, López o Lope latinizado se escribía Lupus, que es el nombre del lobo en latín, y es justamente el origen etimológico del apellido López. Otros preferían tomar como emblema familiar algo alusivo a la fiereza, como un león, a la agilidad e inteligencia no reñida con la fuerza, como un guepardo o un águila, etc, etc.

En esa primera y primitiva etapa cualquiera que mandase una mesnada de hombres podía tomar por su cuenta y riesgo cualquier escudo, pero muy pronto la cosa, como siempre sucede, fue asumida por la realeza, de forma que la concesión de un escudo de armas pasó a ser privilegio regio o, al menos, regulado para quedar en manos de un reducido grupo de personas. Se creó así la figura del encargado de dar fe del uso de un escudo, así como de concederlo o sancionar su uso en nombre del rey, y los armoriales o catálogos de escudos existentes.

Como es lógico, el uso del escudo era privativo de una persona concreta, que transmitía a sus descendientes, con lo que el apellido no era trascendente en absoluto, más todavía en una época en la que el uso del apellido tampoco estaba regulado y no era infrecuente que un hijo portase apellido distinto del paterno, a veces el del abuelo materno, a veces el de un pariente lejano o amigo, a veces el que le parecía a capricho de su padre.

La vanidad y las ansias de aparentar, algo muy humano, hicieron que muchas familias afirmasen estar emparentados con familias nobles, sea porque compartiesen el apellido, sea porque contasen con el dinero suficiente como para poder comprar falsos testigos que afirmasen su vinculación.

Pero en cualquier caso, los armoriales de estas épocas son ahora utilizados por los sacacuartos sin escrúpulos para explicarle al señor Juan García Sánchez que es decendiente de don García Sánchez y que le corresponde usar tal y cual escudo....

Pues va a ser que no. De hecho, si cualquiera hace uso de un escudo de armas que no le corresponde lo que está haciendo es un delito. Y para hacer uso legalmente de un escudo de armas hay que demostrar, con la documentación adecuada y mediante el correspondiente árbol genealógico, que se desciende de alguien autorizado al uso de ese escudo de armas. Y eso no es rápido ni barato, así que nada de confiar en que por 100 eurillos del ala nos van a dar nuestro escudo de armas del apellido...

Así, no existen escudos de armas de apellidos, sólo escudos de armas de familias, lo que explica porqué un apellido puede tener decenas de escudos y otro ni uno solo.

Para terminar, ¿es fácil encontrar antepasados con escudo de armas?. Bueno, yo ya he encontrado media docena, para mis líneas familiares, y seguramente seguiré encontrando más. Tengo hasta ahora los Trujillo, los Berges, los Diest, los Jordán, los Alastuey, y sospecho que pronto caerán los Beamonte, los Luna, los Martínez de Luna, etc, etc. Tiempo al tiempo... No tiene porqué ser diferente en tu caso, ni mucho menos, así que si te decides a trabajar en tu propio árbol podrás saberlo.

Historia del arte religioso cristiano: el románico



Hoy vamos a ver un vídeo existente en YouTube, de diez minutos de duración, que es un buen reportaje sobre las características generales del arte románico. A pesar de la brevedad del vídeo, recoge algunas de las características esenciales del estilo.

El reportaje nos habla de que se trata de un arte religioso, difundido a través de vías de comunicación y de peregrinación, que posee igualmente una alta variabilidad regional, lo que nos permite hablar de distintas escuelas. Poco a poco iremos viendo algunas.

Nos habla igualmente de sus características aquitectónicas: de que supone una evolución a partir de los modelos arquitectónicos anteriores, esencialmente del arte romano, aunque olvida comentar las influencias de la arquitectura bizantina y las de la arquitectura islámica, esta última más acusada en España y en Sicilia. También del uso de sillares de piedra labrada para formar gruesos muros exteriores, normalmente muy poco decorados, aunque a veces aparecen elementos distintivos en algunas zonas, como el ajedrezado jaqués tan típico de las Cinco Villas, del que un día de estos hablaremos con más atención.

También nos habla de la importancia de la portada del edificio, consistente en un arco de medio punto y que recoge un programa ideológico concreto a través de las esculturas presentes en ella. O de los ábsides semicirculares que cierran el fondo del edificio, cuyo interior está constituído por una bóveda de cañón.

Nos comenta igualmente de la escasez de luz interior a que dan lugar los muros gruesos, y de cómo ello invita al creyente al recogimiento religioso, a la sensación de sometimiento a Dios difuminándose en la masa de creyentes del interior del templo...

Pero no escribiré más, y os dejaré con el vídeo. Que lo disfruteis.

viernes, 6 de junio de 2008

Detenido un hombre en Castellón por destrozar documentos del Archivo Histórico Provincial de Teruel

Esta segunda entrada va a estar dedicada a una noticia de hoy, leída en el Heraldo de Aragón.

Resulta que la Policía ha detenido a un vándalo que se dedicaba a robar y destrozar documentación en Archivos Históricos, entre ellos el Archivo Histórico Provincial de Teruel.

Un salvaje, al que cabe equiparar a quienes hace poco comentábamos que quemaban libros. Son dos caras de la misma moneda.

Uno, que es usuario habitual de los Archivos, cada vez entiende más las medidas de protección. Recuerdo el episodio en el que otro salvaje de la misma catadura arrancó con una cuchilla de afeitar las iniciales miniadas de códices musicales medievales en mi tierras de las Cinco Villas.

Sólo puede exigirse mano dura con estos sujetos, mutiladores de nuestra Historia. Muy dura, extremadamente dura. Debe entenderse que la destrucción intencionada de patrimonio histórico de cualquier tipo debe ser equiparada con un acto de genocidio cultural, y aplicarse la misma pena.

Lo siento, no me quedan más palabras para comentar esta bestialidad.

Desembarco en Normandía




La primera entrada de hoy va a estar dedicada a un aniversario, el del desembarco de los Aliados en Normandía, durante la II Guerra Mundial, el 6 de junio de 1944. Es decir, hoy se cumplen 44 años de dicho acontecimiento.

Podría pensarse que es nada más que una fecha más, una de tantas. Pero en realidad se trató de un acontecimiento de enorme importancia militar, política e histórica, que abrió paso de forma definitiva al final de la guerra, al final del nazismo y al principio de las bases de la Europa que hoy conocemos.

Pero vayamos por pasos y empecemos por situar el acontecimiento. Desde la campaña de Francia en 1940, que acabó en desastre para los Ejércitos de los Aliados, y el segundo desastre que supuso la expulsión de los británicos de Grecia en la primavera de 1941, parecía que la guerra podía darse por acabada en Europa y que sólo faltaba un ligero empujón de los alemanes para atravesar el canal de la Mancha y eliminar la resistencia de los británicos, el último gran enemigo en Europa. De hecho, incluso los franceses de Pétain y los españoles de Franco ya daban por decidida la victoria de los alemanes en la guerra por lo que ya habían empezado a tomar posiciones para repartirse las migajas del festín.

Pero sucedió un imprevisto. Goering, el jefe de la Luftwaffe, tan fanfarrón como siempre, prometió que Inglaterra iba a ser dominada sólo por el poderío de sus aviones, y lanzó una campaña aérea destinada inicialmente a barrer del cielo a los aviones ingleses, lo que permitiría asegurar la supremacía aérea en el canal de la Mancha al menos lo suficiente como para asegurar la cobertura aérea a una flota de invasión alemana. Pero un puñado de pilotos de caza, entre los que parece ser que hubo algún piloto del antiguo Ejército Popular Republicano español, pudo conjurar la amenaza. Churchill, experto en frases famosas, acuñó aquella de que nunca, en la historia de los conflictos humanos, tantos debieron tanto a tan pocos. Hitler tenía que buscar un nuevo objetivo para sus inactivos ejércitos, y se decidió a atacar a la Unión Soviética, desde el verano de 1941.

Por otro lado, aunque sin dar importancia a la operación, envió a Libia a un joven general de las tropas blindadas alemanas, un tal Erwin Rommel, encargándole evitar que los ingleses expulsasen a los italianos de Libia, como ya lo habían hecho de Eritrea, Etiopía y Somalia.

Esta segunda operación se saldó con la definitiva derrota en la segunda Batalla de El Alamein, mientras que la primera, que había logrado poner contra la pared a los rusos, acabó en el desastre alemán en Stalingrado.

A la vez, en diciembre de 1941, los japoneses, pensando que era el mejor momento porque la atención de los europeos estaría en la guerra en Europa, atacó a los Estados Unidos en Pearl Harbour, a lo que siguió la declaración de guerra de los alemanes contra los estadounidenses, con lo que entró en juego el poderío industrial estadounidense.

Un general por entonces de segunda fila, un tal Dwight Eisenhower, fue el encargado de hacer sentir a los alemanes el peso del Ejército estadounidense, pero se optó por buscar un rincón más tranquilo, concretamente Marruecos y Argelia, para ir dando pequeños pasitos hacia el centro del dominio alemán. Tiempo más tarde, tras una penosa campaña, se llegó a Túnez, a la vez que los vencedores de El Alamein llegaban al mismo sitio desde el este, atravesando Libia. Costó derrotar a los alemanes en Túnez pero se hizo. Costó desembarcar en Sicilia, pero se hizo. En cambio, se tuvo demasiado miedo de desembarcar en Italia y se perdió una oportunidad de oro de echar a los alemanes de allí, algo que no se logró hasta 1945.

Y seguía faltando lo importante: el regreso al corazón de Europa. Volver a avanzar hasta el Rin, atravesarlo y avanzar hacia la capital alemana para acabar la guerra.

Y de eso es de lo que va a tratar esta entrada, del desembarco en Normandía que supuso el regreso de los Alidos a Francia, la liberación de este país y la rápida llegada (relativamente) a las fronteras alemanas.

La planificación de la operación, de la que se encargó Eisenhower, fue larga y difícil. Se tenía miedo al fracaso. Y no sólo porque un fracaso supondría retrasar al menos en un par de años la llegada de los aliados occidentales al núcleo de la lucha en Europa, sino porque los rusos habían logrado, tras su gran victoria del invierno de 1942-1943 en Stalingrado, derrotr ellos solitos a la todopoderosa arma blindada de la Wehrmacht, que se deshacía en invierno coo un azucarillo en el agua con los ataques del Ejército Rojo, que ya estaba muy cerca de las antiguas fronteras soviéticas. Y británicos y estadounidenses empezaban a tener miedo de que los rusos lograsen aplastar en solitario a los alemanes y, de paso, se quedasen con sus conquistas.

Pero finalmente, desde la noche del 5 al 6 de junio de 1944, tropas paracaidistas alemanas y británicas empezaron a caer por toda Normandía, con el encargo de desviar la atención de los alemanes del desembarco en las costas en la madrugada del 6 de junio pero también de tomar puntos neurálgicos clave para el despliegue de las tropas desembarcadas.

El 6 de junio, llegaron a las playas normandas los primeros soldados, luego seguidos po soldados canadienses, estadounidenses, ingleses, franceses, belgas, holandeses, luxemburgueses, polacos, checos, griegos, yugoslavos, indios, australianos o neozelandeses, con otros contingentes aún menores, entre ellos un puñado de republicanos españoles que combatían en las filas del Ejército británico o de la Francia Libre. Junio fue un mes duro, muy duro para ellos. Julio también, pero endulzado con el avance por la Francia liberada. Agosto fue el mes de los besos de las francesas a los soldados que avanzaban por toda Francia hacia el este, como recuerda uno de ellos, el español Amado Granell, el hombre que liberó París...

Para terminar, dos películas recomendadas: El día más largo y la muy crítica Salvar al soldado Ryan. Especialmente recomendado, como haré yo mañana, sesión doble, una detrás de otra, ya las tengo a punto...

Por si alguien tiene alguna duda, únicamente han sido redactados por mí en la Wikipedia en castellano los artículos sobre Eisenhower y la Liberación de París. Quedó pendiente la biografía de Amado Granell, que llegará un día a la Biquipedia en aragonés, que saldrá ganando...

Véase también el artículo en el blog de Hispa, que se me ha adelantado en el recuerdo de la efemérides.

Para los créditos de las imágenes, procedentes de Commons, véase uno y otro.

jueves, 5 de junio de 2008

El Arte Románico como fuente de la Creatividad Contemporánea

Con el título de El Arte Románico como fuente de la Creatividad Contemporánea, se celebra hoy 5 de junio y mañana 6 de junio un seminario internacional en la localidad de Ejea de los Caballeros, de carácter gratuito.

El seminario no sólo resulta interesante por los contenidos que se proponen, sino además por que incluye visitas guiadas a varios monumentos románicos cincovilleses. Así, mañana viernes se visitará la iglesia de El Salvador de Ejea, de la que hemos visto en este blog una imagen, y todavía veremos muchas más.

Para mayor información, os remito al comunicado de prensa de Europa Press, al blog Aragón románico y al programa oficial en ADEFO Cinco Villas.

Lástima de no poder estar allí...

domingo, 1 de junio de 2008

El Camino de Santiago en Aragón


La entrada de hoy va a esta dedicada al Camino de Santiago en nuestras tierras aragonesas, una ruta por la que penetraron en el reino todo tipo de influencias políticas, sociales, económicas y culturales, posteriormente difundidas por todo el país.

El Camino de Santiago era una ruta de los peregrinos que seguían hacia Santiago de Compostela, en Galicia, llegados desde casi todos los rincones de Europa. En realidad, como todos los caminos llevan a Roma, casi cualquiera de las rutas medievales es un Camino de Santiago, pero suele reservarse el nombre para un recorrido concreto, que penetra en Aragón desde la actual Francia (por eso también se le llama Camino Francés). Procedentes de varios lugares, los peregrinos iban confluyendo en una serie de rutas para cruzar los Pirineos, aunque otros llegaban por mar hasta los puertos catalanes penetrando desde tierras orientales en Aragón.

Los pasos por los Pirineos aragoneses fueron especialmente dos: el más oriental por el Somport (el Summus Portus de los romanos) y Candanchú, pasando por Canfranc (topónimo evocador de los francos que recorrían el camino) y siguiendo el curso del río Aragón hasta Jaca, girando allí por el curso del mismo río hacia occidente hacia Santa Cilia y Puente la Reina.

El segundo paso seguía la antigua calzada romana que discurría por el Puerto de Palo, siguiendo el curso del río Aragón Subordán por el valle de Hecho, pasando por Ciresa, con su espléndido monasterio de San Pedro, y Hecho, para enlazar con el anterior al final del valle, en Puente la Reina de Jaca.

Unidos ambos caminos, proseguían por la orilla izquierda del río Aragón, por Arrés, Martés, Mianos, Artieda, Ruesta y Undués de Lerda, para entrar en tierras navarras por Javier y Sangüesa. O bien por la orilla derecha pasaban por Berdún, Asso (hoy Asso-Veral), Escó y Tiermas, para entrar en Navarra por Yesa y Liédena, junto a la desembocadura de la Foz de Lumbier.

El camino era recorrido por numerosos grupos de peregrinos, pero también por mercaderes, artesanos, artistas y por muchos que buscaban un nuevo lugar en el que establecerse en busca de una vida mejor. Algunos seguían hasta el final, pero otros se iban quedando en las poblaciones aledañas al camino o se desviaban para instalarse en lugares cercanos o más alejados del mismo, al albur muchas veces de las casualidades.

Por el camino llegaban grupos de escultores y de canteros para trabajar en las grandes obras públicas de la época: puentes, iglesias, ermitas y catedrales. Y a través de la red secundaria de caminos llegaban hasta el último rincón del reino de Aragón, para dejarnos en herencia su trabajo, que hoy podemos admirar en la gran cantidad de monumentos románicos que jalonan su paso por nuestras tierras...

Por el camino llegaban también grupos de caballeros que anhelaban poner su espada al servicio de los reyes de los reinos peninsulares en su lucha contra los árabes, en busca de fortuna y de gloria. Unos alcanzaron señoríos y la gloria que buscaban. Otros hallaron una tumba anónima en una cualquiera de las muchas iglesias románicas o de los hospitales que jalonaban el camino...

Por el camino llegaban también caldereros, vidrieros, ebanistas, maestros armeros, curtidores, tejedores y decenas de otros poseedores de un oficio en busca de nuevos horizontes en los que poder vender el fruto de su trabajo en mejores condiciones que las de su tierra de origen.

Por el camino llegaban también campesinos escapados de los malos usos de sus señores, campesinos libres huyendo de pestes, guerras, saqueos y persecuciones religiosas, como las sufridas por los cátaros o por los protestantes, en busca de nuevas tierras que labrar, tanto o más feraces que las que dejaban atrás en tierras francas, occitanas, flamencas, alemanas, suizas, italianas, nórdicas o polacas.

La unión de todos ellos con los habitantes ya asentados en el reino de Aragón, junto con los mozárabes escapados de territorios sureños sometidos al Islam, es lo que hizo a los aragoneses tal y como somos hoy. No olvides nunca, si eres aragonés, que por ese camino llegaron a Aragón muchos de tus antepasados.

En resumidas cuentas, el Camino de Santiago no dejaba de ser uno de los grandes ejes de comunicación europeos, que discurría por Aragón. A diferencia de los actuales grandes ejes de comunicación transpirenaicos, que lo hacen por País Vasco y Cataluña. Pero para nuestra mentalidad propia del siglo XXI, muchas veces es difícil hacerse a la idea de qué significaba el camino y, sobretodo, de cómo estaba construido.

He elegido así uno de los vídeos que existen en YouTube y que nos muestra el aspecto físico en la actualidad de uno de los tramos del primitivo camino. Según indica el vídeo, se trata del tramo aledaño a Undués de Lerda, pero debo advertir que la imagen del monumento románico que aparece en primer lugar se parece muchísimo a la de la iglesia de Santa Cruz de la Serós, a la que habrá que dedicar otra entrada en este blog... Pero bromas aparte, lo que interesa es que se observe el empedrado de la calzada, que la hacía practicable incluso con episodios de lluvias que convertían los caminos de tierra en lodazales, o con episodios de sequía, que convertían los caminos de tierra en suplicios polvorientos. Un detalle más: cuando se os hable del embalse de Yesa, recordad que bajo él se encuentra una buena parte de ese Camino de Santiago aragonés, y que con su recrecimiento desaparecerán nuevos tramos bajo sus aguas, y con ellos buena parte de nuestra Historia, incluso de nuestra historia personal y familiar...