domingo, 22 de febrero de 2009

Antonio Machado: Estos días azules y este sol de la infancia






Hoy, 22 de febrero de 2009, hace 70 años de la muerte de uno de los grandes autores de la Poesía española: don Antonio Cipriano José María y Francisco de Santa Ana Machado Ruiz, más modestamente llamado, com a él le gustaba, Antonio Machado. Nacido en Sevilla, criado en patios con limoneros y con sol, completó su educación en Madrid en la Institución Libre de Enseñanza fundada por Francisco Giner de los Ríos, y conoció a lo largo de su vida a la mayoría de las grandes figuras de la Literatura castellana y universal, de Oscar Wilde a Pío Baroja, Rubén Darío, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez o Federico García Lorca.

Su obra figurará siempre entre lo mejor de la Literatura española, fuente de inspiración para poetas, escritores, cantante y compositores, de Paco Ibáñez a Joan Manuel Serrat. De Serrat, tan unido en muchas de sus canciones al poeta, he escogido precisamente estas dos canciones para rendir un homenaje a Machado. Obras como Campos de Castilla, Proverbios y cantares o El crimen fue en Granada (a la memoria de García Lorca) permanecerán para siempre entre las mejores obras de la Literatura en castellano.

La muerte de su mujer, Leonor, le supuso el primer duro golpe, rematado con la Guerra Civil, en la que esuvo en el bando de los poetas, el de los que como García Lorca fueron asesinados y enterrados en las cunetas o en el de los que se vieron obligados a abandonar este país, rumbo a un incierto exilio. Parafraseando sus propias palabras:

Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás,
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.


Don Antonio Machado pasó la frontera con Francia a raíz de la derrota del Ejército Popular en febrero de 1939, con medio millón de compatriotas, a bordo de una ambulancia que lo evacuaba, enfermo, desde el hospital en que se hallaba en Barcelona. Murió pocos días después, el 22 de febrero, en Cotlliure, a pocos pasos de la frontera, y allí se guardan y se velan sus restos. En su bolsillo, el último verso del poeta, que lo fue hasta el final: Estos días azules y este sol de la infancia. Su madre, consagrada a su cuidado, falleció tres días más tarde. Acompaño una imagen de su tumba, sencilla, arropada siempre con flores y con la bandera de su país, la Segunda República Española.

Sirvan estas humildes líneas como homenaje a Don Antonio Machado, Poeta, con mayúscula.

Los vídeos que acompañan a esta entrada proceden de YouTube, y la imagen de la tumba del poeta, de Commons, y sus créditos pueden contemplarse aquí.

domingo, 8 de febrero de 2009

Jánovas / Ixanobas, el moderno timo de la estampita institucionalizado



Hay veces en que la lectura de la prensa provoca estupefacción, hastío, desencanto y hartazgo, como sucede hoy con la noticia que aparece en el Heraldo de Aragón, titulada Los vecinos de Jánovas deberán pagar hasta 34 veces más de lo recibido por sus casas y campos, complementada con "Ahora nos devuelven hogares y tierras derruidos".

Refrescaremos un poco la historia, para situarnos en el tema. Jánovas, el nombre que se da en castellano a la localidad aragonesa de Ixanobas, era hasta hace 50 años un apacible y hermoso lugar, con una iglesia del siglo XVIII con hermosas pinturas (pueden verse imágenes en el enlace a la Biquipedia en aragonés de más arriba), encastado en un lugar bucólico a la salida del un valle en el municipio sobrarbense de Fiscal.

Pero un día, algún técnico de los que utizan despachos con aire acondicionado en verano y con calefacción en invierno tuvo una brillantísima idea, la de construir en ese lugar un embalse más, para uso y disfrute de la empresa Iberduero, luego Iberdrola, perfectamente vinculada con la oligarquía franquista. Así, el estado le regaló a la empresa los derechos para construir un pantano en el lugar, aunque ello supusiera arruinar la vida de un buen puñado de familias y de paso una parte de nuestro patrimonio histórico, artístico y etnológico.

Los vecinos iniciaron una lucha para intentar salvar sus casas, sus campos, su iglesia, el cementerio donde están enterrados sus antepasados y todo lo que legítimamente es suyo. Pero ya se sabe, como dice la canción, que si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos, y está visto que los habitantes de Jánovas no nacieron precisamente para ser martillos sino para ser clavos. Así que entre amenazas y chantajes, les fijaron una misérrima indemnización por sus bienes y les obligaron, quieras que no, a firmar la venta de su propia vida.

Posiblemente algunos piensen que se trataba de uno más de los muchos desmanes de la dictadura, pero lo cierto es que en pleno gobierno socialista de Felipe González, en los años 1980, cuando algunas familias aún resistían las amenazas y los acosos viviendo en las casas que heredaron de sus mayores, se presentó la Guardia Civil para expulsarlos como a malhechores y se reventaron las casas con cartuchos de dinamita para que nadie pudiera volver. Esa es la triste historia de este pequeño y bucólico lugar, cuando a él llegó el progreso.

Pero luego, otros sesudos personajes de los despachos descubrieron que no era posible construir esa presa por la que tanto habían luchado y por la que habían expulsado a los janovenses de sus hogares y los habían destruido con dinamita. Así que la presa quedó sin hacer, con los vecinos expulsados y las casas arrasadas.

Las leyes españolas, que permiten la expropiación forzosa (y recordad que esas leyes se pueden aplicar a todos y cada uno de nosotros, que también nos puede echar de nuestras casas la Guardia Civil y ver cómo las hacen explotar con dinamita), dicen sin embargo que si el organismo en favor de quien se hizo la expropiación no ejecuta las obras en un cierto plazo, el expropiado puede solicitar la reversión de los bienes expropiados.

Y eso es lo que han hecho los descendientes, solicitar la devolución de sus bienes. Pues resulta que el procedimiento se ha iniciado y ahora la empresa Endesa, heredera de los derechos de los expropiadores, deja claro que los antiguos vecinos deberán pagar el precio actualizado tanto de las casas como de las tierras que les fueron expropiadas para construir el fallido embalse, algo que, sigue la noticia, según el director de generación hidráulica de Endesa, Agustín Meseger Altés, es "vital para eliminar cualquier tipo de especulación". Por supuesto, es vital, no vaya a ser que esos cuatro piojosos janovenses quieran encima hacer negocio con sus casas, que ya se sabe lo que pasa cuando a esos desgraciados les da por hacer negocios...

Ciertamente a uno le producen vergüenza ajena las palabras de este señor que cita textualmente el Heraldo de Aragón, pero allá él con su conciencia. Y más vergüenza me produce vivir en un país que permite que se expulse a las gentes de sus casas a punta de fusil, se les dinamiten sus casas y, más de 50 años después, se les exija un rescate para recuperar las ruinas, no vaya a ser que especulen. Aquí la única que ha especulado con la miseria de un pueblo es Endesa y sus antecesores, señor mío, los janovenses estaban muy felices en sus casas y sus campos trabajando y haciendo crecer sus cosechas y sus animales antes de que llegasen los especuladores y antes siquiera de que los janovenses supieran qué es un especulador. Me sonroja leer los compromisos de Endesa..., donde dicen que Desarrollo sostenible para ENDESA significa crecimiento, teniendo en cuenta la responsabilidad social en las sociedades en las que operamos, el empleo eficiente de los recursos, de forma que nuestro impacto en el medio ambiente sea aceptable, y la creación de riqueza para aquellos que en ella invierten, trabajan o sirven con nuestros servicios.

Lo que la más elemental justicia exige es que, en primer lugar, se reconstruyan una por una todas las casas del lugar, se las devuelva a sus dueños y se les pague una importante indemnización, muy importante, de esas que hagan que a nadie más se le pueda ocurrir repetir una salvajada como esta. Además, averiguar quiénes han intervenido en la expropiación y exigirles las responsabilidades legales a que haya lugar. Porque no es de recibo estas actuaciones en un país democrático. Y las responsabilidades abarcan en este caso a directores de las empresas, políticos, funcionarios y a todo aquél que haya estampado su firma en los documentos respectivos.

Es la única manera de que todos nosotros podamos dormir tranquilos en nuestras casas, sin temer que mañana nos expulsen a punta de fusil. Incluído el señor director de generación hidráulica de Endesa que tanto miedo parece tener a los especuladores (por lo menos a los de Jánovas). Y, por supuesto,

¡¡¡NO MÁS PANTANOS!!!

Más informaciones sobre el tema:
*Jánovas: víctimas de un pantano de papel.

*50 años no es nada.

*El crimen de Jánovas.

*Historia y repercusión del pantano de Jánovas sobre el PNOMP.

*Jánovas: cuestión de Justicia y Dignidad.

*Regresar a un pueblo fantasma por un pantano que nunca fue.

*Doce familias separan a Iberduero de la construcción de tres centrales hidroeléctricas en el alto Aragón (reportaje en El País de 1983).

*El pantano que Franco no llenó (diario Público).

La imagen que acompaña la entrada es procedente de Commons, y sus créditos pueden encotrarse aquí, siendo su autor un compañero de la Biquipedia aragonesa, al que aprovecho para felicitar públicamente por su destacada labor.

Actualización:

La entrada ha servido también para que en la Biquipedia aragonesa se haya trasladado el artículo desde Ixanobas hacia Chanobas, que parece responder mejor a la fonética aragonesa y contar con citas fehacientes del topónimo, tal como corresponde a nuestra política sobre topónimos.